Posteado por: rodrigonavarrobenitez | abril 8, 2010

La arena cozumeleña.

Por Rodrigo Navarro.

 Pensé en titular este artículo la telenovela de la arena. Ya algún medio de circulación nacional hizo uno que se llamo La guerra de la arena en el Caribe mexicano. Muchos medios nacionales le entraron a la controversia en este asunto que desde que comenzó lo he calificado, como a muchos otros, un asunto difícil de balancear.

 Por las múltiples variables que contiene. El enojo de una parte de la población de Cozumel, que no es la mayoría como se ha manejado exageradamente en versiones periodísticas. Para muestra un botón, cuando fue la sesión de consulta pública tan solo asistieron 80 personas, se expusieron 30 ponencias. 12 a favor y 18 en contra. Estos son los números sin poner las tripas por delante y expresan mucho. Una sociedad dividida por un proyecto que a decir de los opositores afectaría el área de desove del caracol marino, se afectaría los arrecifes cercanos, a la población local de langosta espinosa y quien sabe que efecto causaría en caso de huracán el hacer una zanja en el fondo arenoso de 12 km de largo por uno de ancho y un metro de profundidad.

 Los argumentos a favor eran que el turismo de sol y playa genera en el estado el 66% de los empleos y el 85% del PIB estatal y sin playas estos ingresos y empleos estaban siendo afectados. Mientras en otros municipios, Solidaridad y Benito Juárez se presentó el proyecto de recuperación de playas como un logro para beneficio del estado, en Cozumel se sigue denostando.

 Esto manifiesta por un lado falta de sensibilidad al presentar (imponer mas bien) un proyecto que era a todas luces necesario a la federación y al estado, por otro una absoluta falta de información y transparencia en el proceso completo. Desde que se vendió por el gobierno de Gustavo Ortega arena a Solidaridad con el visto bueno de SEMARNAT y fue lo que jurídicamente mantuvo a flote el proyecto en sus momentos mas álgidos, hasta la formación del fideicomiso y la manera como ambos bandos, pro y contra se condujeron.

 Las distintas y enconadas reacciones de la comunidad entera en el norte del Caribe mexicano relacionadas a este proyecto de recuperación y mantenimiento de playas turísticas en Cancún, Playa del Carmen y Cozumel (el nombre explica muchas interrogantes que se han hecho respecto al proyecto en relación a cuánta arena se va a sacar del banco Norte), ha puesto en evidencia nuestras limitaciones en el manejo sustentable del patrimonio de todos los quintanarroenses y de la Península de Yucatán en general: su extenso litoral marino que es utilizado principalmente para recreación turística.

 Nos estamos quedando sin petróleo, es la crónica de una muerte anunciada para la cual no se invirtió sino hasta ahora, demasiado tarde, en plantas y desarrollo de tecnología. Una industria que puede suplir los ingresos que Pemex genera para la federación podría ser la Turística. Pero tenemos que, y nos lo hemos estado cuestionando en este espacio, reflexionar qué clase de industria, de turistas y la relación con respecto a la explotación de los recursos naturales, queremos.

 La decisión de SEMARNAT de autorizar la realimentación de las playas con sedimento extraído de un banco de arena profundo en el noroeste de la Isla de Cozumel, ha provocado diversas opiniones en los medios impresos y electrónicos, sobre el mérito o la pertinencia de la estrategia adoptada. Lo más interesante del asunto pero al mismo tiempo muy preocupante, es que todas ellas -a favor o en contra, pueden ser cuestionadas a la ligera aunque merecen ser debatidas a fondo-, porque unas y otras reflejan posibles implicaciones ambientales y daños patrimoniales al ecosistema en este caso concreto de Cozumel, pero sienta precedentes para la Península completa.

 Primero es evidente que ante la proximidad de la temporada alta y la pérdida de competitividad de las playas del Caribe mexicano (y si se quiere reflexionar porqué Televisa y algunos diarios nacionales tomaron partido y atacaron al gobierno estatal criticando el proyecto, habría que entender sus intereses en la costa de Guerrero y el que Félix González entrara al círculo interno de Peña Nieto), había que emprender este proyecto como una medida urgente y así se implementó (para algunos hoteleros y empresarios fue muy lenta, demasiado rápida para los ecologistas furibundos) por parte de la SEMARNAT y dejando de lado cuestiones fundamentales que son de su incumbencia como puede ser el impacto del dragado del Banco Norte en la isla de Cozumel.

 El sitio a decir de tres investigadores del CINVESTAV Mérida, Capurro Filograsso, Jorge Franco Cáceres y Víctor Castillo Escalante, estaba destinado a convertirse en terrenos ganados al mar en un lejano futuro cuando se incorporara morfológicamente a la isla como barrera. La carencia de esta clase de estudios sobre investigación costera básica en la península de Yucatán: qué produce el perfil costero peninsular, el movimiento constante de la arena y su efecto en los ecosistemas incluyentes y adyacentes, es el principal escollo.

 Los métodos de estudio de dinámicas de playas que efectuó la CFE y muchos otros organismos técnicos y científicos, solo han sido enfocados en los efectos: los problemas de erosión de playas y el cambio de la arena realizado por las mareas y las olas. Todos estos proyectos de solución inmediata traerán efectos que producirán problemas que deben ser estudiados y analizados a fondo para evitar volver a cometerlos en un futuro. Algo que sí ha estado sucediendo después del anterior dragado en la Ollita I en la zona de Isla Mujeres y que sirvió para corregir errores aunque están muy lejos de haber resuelto las incógnitas. De ahí que se propongan estructuras de cierre y el mantenimiento de las playas.

 Sin embargo, mientras que las defensas duras luchan contra la energía de las olas, los métodos de la ingeniería blanda apuntan a disiparlas en sistemas naturales. En los últimos años, una creciente preocupación, ha llevado a los ingenieros a considerar otros métodos para proteger la línea de costa y prevenir la erosión, tales como el mantenimiento o creación de playas, planicies de fango, y pantanos de agua salada como las técnicas más eficientes para disipar la energía de las olas. Tal como ha sucedido en la zona estuarina del Támesis en Inglaterra.

 Esto ha generado un cambio mayor en el enfoque: en lugar de reaccionar a los problemas costeros, los ingenieros actualmente adoptan un enfoque más holístico y proactivo al manejo costero. Este tema es muy tentador para ser discutirlo aquí, sin embargo el propósito de este artículo es analizar la solución adoptada por las autoridades de realimentar las playas para enfrentar al problema de su desaparición en el Caribe mexicano, y la elección de un banco profundo de arena en el noroeste de la isla de Cozumel como fuente de sedimento para recargar las playas en desaparición. 

 La realimentación de playas se ha convertido en uno de los enfoques más populares de la ingeniería costera en las últimas décadas, no solo en Quintana Roo, en todo el mundo. Muchos la ven como el último medio de salvación para ambos propósitos, es decir, para aumentar las defensas costeras del hinterland y para turismo. A pesar de todo, las técnicas no están completamente asimiladas debido a que no sabemos como “trabajan” o “funcionan” las playas, y por lo mismo prevalecen muchos problemas ambientales y económicos sin resolver. Algunas metodologías asociadas también usadas en playas son el reperfilaje de estas a través del movimiento artificialmente desplazado alrededor de la misma para producir un perfil más estable; y  otro como el desagüe de la playa, donde el retroceso del agua hacia el mar es concentrado a través de un flujo en lugar de un amplio flujo superficial, reduciendo así la  pérdida de sedimento de la arena.  

 Hasta la fecha no ha habido resultados satisfactorios en estos modelos y solo hemos sido en Quintana Roo laboratorios de ensayo y error, costando recursos valiosos a la federación, al estado y sobre todo molestia en las comunidades locales (pescadores, ambientalistas y muchos que aprovechan para llevar agua a sus molinos). En estos sistemas de recarga de playas se sabe que habrá perdida de una gran parte de ellas debido a su perfilaje natural, esto esta considerado. Entendemos la urgencia, la necesidad y también la preocupación de la comunidad en relación a la sobre explotación de los recursos naturales por motivos económicos. Es por ello que desde un principio establecimos, es un tema dificilísimo de balancear y no se genera información suficiente, porque no existe investigación suficiente.

 Los autores del CINVESTAV Mérida, mencionados anteriormente proponen una Ley de Costa y/o un Gran Proyecto Nacional de Playas en Peligro, para realizar investigación que responda a las cuestiones planteadas en este proceso por la sociedad y los ambientalistas: ¿Cómo se ha formado el banco Norte y qué valor ambiental tiene el mismo, como para ser sacrificado en aras de la salud de las playas turísticas aledañas? A quienes se les encargo buscar arena para las playas la encontraron en el lugar mas cercano y accesible (porque en Cancún están protegidas al ser ANP´s) y superar el drama económico que hubiese representado la perdida de turismo en la zona después de la contingencia de salud y financiera (AH1N1 mas crisis económica del año pasado). El Estado federal adoptó un curso de acción a la mano, que fue buscar una fuente de sedimento muy cercana y con ella reconstruir las playas, aunque ellas puedan ser nuevamente destruidas en un tiempo corto.

 El asunto de la nueva Área Natural Protegida, ANP en la zona de extracción de arena que SEMARNAT retrasó en apariencia para beneficiar al proyecto de extracción seria tema de otro articulo. Resulta que la fuente de sedimento cercana es un banco de arena profundo, es decir una “zona de acreción” que con el tiempo se unirá a la Isla y se habrá ganado terreno hacia el mar.

 ¿Qué es más importante, la parte económica (y no son cacahuates) o la parte ambiental, valdrá la pena, el costo beneficio se balancea o es ligeramente positivo hacia lo ambiental? No existe ninguna información científica que responda a estas preguntas. Habría pues que generarla.


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